«Los jueces fueron grandes cómplices que sabían que nuestros hijos morían», expresó la titular de Madres de Plaza de Mayo
La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini , dijo hoy que tanto el Gobierno como la Corte Suprema de Justicia «dan asco» por el fallo que aplicó el cómputo del «2×1» a la pena de un caso de delitos por lesa humanidad y los vinculó a la última dictadura militar.
«Nuestros hijos van a quedar en la historia, pero estos nos van a dar asco. Pero el pueblo no es tonto, tenemos que mostrar quiénes son», sostuvo Bonafini esta tarde durante una conferencia en Plaza de Mayo.
La titular de Madres de Plaza de Mayo afirmó además que el fallo no la sorprendió y recordó que durante la dictadura «los jueces fueron grandes cómplices que sabían que nuestros hijos morían y por más presentaciones que hicimos nunca invadieron un lugar o hicieron lo que las madres les pedíamos, que salvaran a alguno de ellos».
«Estos trabajaron para la dictadura, pusieron los galpones donde torturaban a nuestros hijos», añadió.
Bonafini, junto a otras madres, fueron esta mañana a protestar a la sede de la Conferencia Episcopal Argentina, luego de que la Iglesia haya manifestado su intención de reconciliar a familiares de desaparecidos con militares.
«Ni olvido, ni perdón, ni reconciliación: 1000 años de prisión», decía la bandera que ataron a las rejas de la entrada del Episcopado.
Por otro lado, de la conferencia también participó el juez federal Carlos Rozanski, quien consideró que ayer «fue un día negro para los derechos humanos» y que los jueces del máximo tribunal tuvieron que resolver «un dilema moral», y decidieron «no estar del lado de los derechos humanos».
El dictamen de la Corte
La decisión de la Corte benefició a Luis Muiña -condenado a 13 años de prisión y que pasó preso poco más de 9 años- por haber participado del secuestro y torturas a cinco personas en 1976. Los cautivos fueron retenidos en el centro clandestino conocido como El Chalet, del hospital Posadas de Haedo, después de que los militares irrumpieron en el lugar con tanquetas y helicópteros al mando del entonces general Reynaldo Bignone. Uno de los cautivos sigue desaparecido.
La denominada ley «dos por uno» -a una persona detenida más de dos años sin condena se le computaba doble cada día de prisión preventiva- fue sancionada en 1994 en medio de una grave crisis carcelaria y en coincidencia con la reforma de la Constitución a partir de la cual el país dio rango constitucional a los tratados internacionales. La norma fue derogada en 2001, cuando empezó a regir un nuevo código procesal.
Muiña fue condenado en 2011 por el Tribunal Oral Federal N° 2 a 13 años de cárcel y su pena quedó firme en 2013. El tribunal le aplicó el «dos por uno» y entendió que su sentencia se iba a cumplir en noviembre de 2016. El fiscal apeló y la Sala IV de la Casación le dio la razón y ordenó volver a computar la pena. Muiña recurrió a la Corte y ahora el máximo tribunal le dio la razón y le aplicó el «dos por uno».
Con información de DyN y AP