El Gobierno está preparando la respuesta que dará en los Estados Unidos a la denuncia que se presentó en ese país contra el biodiésel argentino.
Según pudo saber LA NACION, ayer hubo una reunión conjunta entre funcionarios de Cancillería, Producción y Agroindustria para avanzar en la estrategia, ya que el país debe contestar la próxima semana.
La National Board Biodiésel (NBB), entidad que agrupa a los productores de biodiésel en EE.UU., presentó ante el Departamento de Comercio norteamericano una denuncia por dumping contra el biodiésel argentino. Los productores de EE.UU. argumentan que el producto se vende más barato en ese mercado que en la Argentina.
Además, desde la NBB se quejaron de que el diferencial de retenciones entre la soja (30%) y el biocombustible (tiene un derecho de exportación móvil del 6,38%) representaría un subsidio al producto. Los productores de EE.UU. quieren que se ponga un arancel del 23% al biodiésel argentino.
Para el país, EE.UU. representa el 90% de las ventas, con unos 1240 millones de dólares. El Departamento de Comercio de los EE.UU. aceptó la demanda de la NBB y abrió una investigación que deberá tener un resultado el 8 del mes próximo.
«Nosotros vamos a llevar nuestra visión diciendo que el diferencial de retenciones no es un subsidio. Es lo mismo que la OMC ya dijo cuando nos dio la razón en el diferendo con la Unión Europea», contó una fuente oficial. «No es real que haya un subsidio», enfatizó la fuente.
En 2013, la UE impuso aranceles contra el biodiésel argentino y ese mercado, que era el principal destino para el producto, se cerró. Ahora el país está esperando reactivar sus ventas.
Mientras el Gobierno contestará a EE.UU. por el supuesto subsidio, el sector privado lo hará por la denuncia de dumping.
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