El gobierno de Irán emitió una orden de arresto contra el presidente de Estados Unidos, por el asesinato del general Soleimani en enero, y pidió la ayuda de la Interpol para lograr el arresto.
El fiscal de Teherán anunció este lunes que Trump y otras 35 personas – de las cuales no se dieron nombres, pero se afirmó son altos mandos político y militares de diversos países – enfrentan cargos por «asesinato» y «terrorismo».
Todas ellas han sido identificadas como participes en el asesinato del principal líder militar del país persa Qasem Soleimani, el 3 de enero pasado en Irak en un bombardeo llevado cabo por fuerzas estadounidenses ordenado por Trump.
El actual presidente norteamericano es el primero de la lista e Irán planean enjuiciar a Trump incluso aunque después su presidencia.
Para lograr su arresto, y el de los demás acusados, el país persa requirió la ayuda de la Interpol y pidió emitir una orden de «alerta roja», el aviso de más alto nivel emitido por la organización, una solicitud para toda fuerza del orden del mundo para localizar y detener a la persona indicada.
La Interpol, sin embargo, respondió que no consideraría la solicitud. La organización, según su normativa, tiene estrictamente prohibido el tomar parte en actividades de carácter político, militar, religioso o racial.
En Estado Unidos, el pedido y la orden de arresto emitidas por Irán no han sido tomadas en serió. La consideran, junto con la mayoría de los analistas internacionales, una propaganda simbólica realizada como una demostración de animosidad contra el presidente Donald Trump.
Qasem Soleimani

Hasta su muerte, Soleimani, fue el responsable en la dirección de numerosas operaciones especiales de Irán en el extranjero. Además, era también responsable por los servicios de inteligencia iraníes y gozaba de una gran popularidad en su país.
Según el pentágono, el ataque el 3 de enero pasado, que causo la muerte de Soleimani, «tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes» y «proteger al personal estadounidense en el extranjero», ya que, se consideraba que el líder iraní estaba desarrollando planes de atacar a diversos miembros del servicio diplomático norteamericano en la región.
Luego de ocurrido el asesinato, la República Islámica juró vengar su asesinato. Entre sus acciones estuvieron el lanzamiento de misiles contra instalaciones militares estadounidenses en Irak y la exigencia de la retirada de las tropas extranjeras del país.
Así, la actual orden de arresto contra el presidente de Estados Unidos puede considerarse como parte de las acciones del gobierno del país persa para responder al asesinato de Soleimani en el continuo enfrentamiento que disputa en la región contra la potencia norteamericana.
Francisco Massi Abdalla
Estudiante de relaciones internacionales, miembro de la cátedra «Los desafíos de la Unión Europea en el Siglo XXI» y miembro del Grupo de Estudio de la Unión Europea